Maravillado por México, Richard Orlinski encuentra una basta inspiración en nuestro país y decide hacerle un tributo con su icónico WILD KONG with oil barrel.
En una piaza con una limpia línea de diseño resalta los colores de la bandera, reconoce la fuerza y unión de este pais, su gente, su afecto y su amor por una tierra tan alegre como lo es México.